¿Qué es la microinversión y cómo funciona?
La micro inversión es la práctica de destinar montos bajos, incluso desde unos pocos miles de pesos, en productos financieros que permiten acumular capital de manera progresiva. Su objetivo principal es hacer accesible la inversión a personas que no cuentan con grandes ahorros ni estabilidad laboral, pero que desean construir un “colchón” para su futuro financiero.
A diferencia de la inversión tradicional, donde se suelen exigir montos mínimos elevados, la micro inversión se apoya en plataformas digitales, productos bancarios simplificados y fondos colectivos que permiten que cada aporte, por pequeño que sea, sume al crecimiento del patrimonio.
El concepto parte de la lógica del interés compuesto: mientras más temprano se empiece y más constante sea la disciplina de ahorro e inversión, mayores serán los resultados a largo plazo. Así, aunque los ingresos no sean constantes, mantener el hábito de destinar una fracción de lo recibido puede marcar la diferencia.
Retos de invertir sin ingresos fijos
Invertir sin un salario estable implica reconocer ciertos retos que no se presentan en la misma medida para quienes tienen contratos laborales formales. Entre los principales se encuentran:
- Incertidumbre en el flujo de ingresos: no siempre se sabe cuánto dinero entrará al mes, lo que dificulta la planeación.
- Mayor vulnerabilidad ante gastos imprevistos: cualquier emergencia puede absorber el capital destinado al ahorro o inversión.
- Acceso limitado a productos financieros tradicionales: algunas entidades exigen comprobantes de ingresos regulares para abrir o mantener ciertos productos.
Estos retos, sin embargo, no impiden invertir. Por el contrario, hacen que la planificación y la disciplina sean aún más importantes.
Estrategias para comenzar a diversificar
1. Definir un monto flexible
La primera estrategia consiste en no comprometerse con un monto fijo e inflexible, sino con un rango de inversión que se ajuste a los ingresos del momento. Por ejemplo, se puede establecer una regla: invertir entre el 5 % y el 15 % de lo que se reciba cada mes. De esta manera, el compromiso se mantiene sin importar si el ingreso varía.
2. Priorizar liquidez
Quienes no tienen ingresos fijos deben privilegiar instrumentos que permitan disponer del dinero fácilmente en caso de necesidad. Aquí entran en juego cuentas de ahorro con intereses, depósitos electrónicos y fondos fiduciarios de valores de bajo monto mínimo, que permiten diversificar sin sacrificar la disponibilidad inmediata.
3. Automatizar aportes
Una de las grandes ventajas de la banca digital y las aplicaciones financieras es la posibilidad de automatizar transferencias y micro ahorros. Aunque los ingresos sean variables, se puede programar que cada vez que llegue un pago, un pequeño porcentaje se destine de manera automática a una cuenta de inversión.
4. Pensar en horizontes de tiempo
La diversificación no se limita a tener diferentes productos, sino también a establecer objetivos de corto, mediano y largo plazo. Por ejemplo:
- Corto plazo (respaldo financiero): cuentas de alta liquidez.
- Mediano plazo (crecimiento moderado): fondos colectivos de bajo monto como CDT.
- Largo plazo (patrimonio): inversiones más estructuradas como fondos de inversión
Instrumentos accesibles en Colombia
El mercado colombiano ofrece alternativas que facilitan la micro inversión, incluso para quienes no cuentan con ingresos constantes. Algunas de las más relevantes son:
Cuentas de ahorro con intereses: hoy muchas entidades ofrecen productos de ahorro que no solo permiten guardar dinero, sino que generan rentabilidad. Son ideales como primer paso para formar un fondo de emergencia.
Cuentas fiduciarias con bajo monto mínimo: permiten invertir en fondos colectivos desde cifras bajas, incluso desde $50.000. Estos fondos agrupan los aportes de varios inversionistas y los destinan a diferentes activos, reduciendo el riesgo individual.
Cuentas digitales de alto rendimiento: las fintech han ampliado el acceso a productos de inversión donde el dinero puede estar disponible a la vista, pero genera una tasa más atractiva que una cuenta tradicional.
CDT de bajo monto: aunque tradicionalmente los Certificados de Depósito a Término exigen montos más altos, algunas entidades permiten abrirlos desde cifras pequeñas y a plazos cortos, lo que los convierte en una opción interesante para quienes reciben ingresos ocasionales.
La micro inversión demuestra que no es necesario esperar a tener ingresos estables o capitales elevados para comenzar a construir un patrimonio. Con montos pequeños, disciplina y acceso a productos financieros accesibles, es posible diversificar y reducir los riesgos asociados a la falta de ingresos fijos.
En un país como Colombia, donde millones de trabajadores viven con ingresos variables, esta estrategia representa no solo una alternativa práctica, sino una vía real hacia la estabilidad y el bienestar financiero.

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