Un portafolio de inversiones es la forma en la que las personas, con la ayuda de expertos, organizan y distribuyen su dinero en diferentes tipos de activos como renta fija, renta variable, entre otros. En otras palabras, es la forma o la manera como se materializa el adagio. Para diversificar un portafolio hay diferentes estrategias.
Cuando se habla de diversificar, significa precisamente eso: distribuir el dinero en diferentes instrumentos financieros con el objetivo de reducir los riesgos, ya que al no tener todo el capital en una sola inversión, se reducen o controlan los riesgos financieros que se pueden presentar ante las caídas de los mercados. Si los precios de algunos activos del portafolio presentan pérdidas, éstas puedan ser compensadas con las ganancias de los que tuvieron valorizaciones. Pero cuando hay una caída de los mercados generalizada, la capacidad de mitigar el riesgo se reduce.
Asimismo, cuando se tiene un portafolio diversificado se puede proteger el capital de la volatilidad del mercado, obteniendo tranquilidad mental, pues esto reduce el estrés financiero, ya que ayuda a minimizar la preocupación constante por las fluctuaciones que tienen los mercados cuando reaccionan a noticias económicas, financieras o políticas.
Ahora bien, diversificar no significa dividir el dinero en cientos de activos. Hay que tener una estrategia y encontrar el punto ideal para que se logre optimizar un portafolio de la mejor manera posible, de acuerdo con los objetivos financieros y el perfil de riesgo.
¿Cómo construir un portafolio diversificado?
Para poder construir un portafolio de inversiones hay que tener en cuenta lo siguiente:
- Perfil de riesgo: Existen tres perfiles principales: conservador, moderado y arriesgado. Estos perfiles reflejan la tolerancia al riesgo de cada persona; algunas están dispuestas a asumir más riesgos que otras.
- Definir los objetivos financieros: Es importante establecer metas claras y específicas, ya sean a corto, mediano o largo plazo, ya que estas permiten trazar una estrategia de inversión alineada con lo que se quiere lograr.
Después de conocer el perfil y saber cuáles son los objetivos, se pueden seleccionar los diferentes activos que se alineen con cada persona, pues todos tienen características diferentes, y una mezcla de activos podría ayudar a cumplir con los objetivos.
De esta forma, se estaría construyendo un portafolio diversificado. Y como ya se dijo, se estarían mitigando los riesgos financieros que se pueden presentar. En los momentos de alta incertidumbre, esta es una de las estrategias más efectivas para reducir posibles pérdidas.
¿Cómo diversificar el portafolio según el perfil de riesgo?
La diversificación no es igual para todos, ya que cada persona tiene objetivos, necesidades y niveles de riesgo distintos. No existe una fórmula única que garantice resultados universales, porque un portafolio de inversión debe construirse a la medida de cada individuo.
Por eso, no existe una regla general que indique exactamente cómo debe estar compuesto un portafolio diversificado según el perfil de riesgo. Mientras que para una persona con perfil conservador puede ser prudente priorizar activos de renta fija, otra con perfil arriesgado podría buscar mayores retornos en activos de renta variable o alternativos.
Monitoreo y ajustes
Tener un portafolio diversificado, no significa que éste no deba ser revisado o ajustado periódicamente, por lo menos trimestralmente y según las necesidades de cada persona. Hay que tener en cuenta que a medida que el mercado cambia, los intereses personales cambian, o los objetivos cambian, se podría hacer un rebalanceo del portafolio para mantenerlo alineado con sus metas.
Recuerde que un asesor financiero, le puede ayudar a conocer su perfil, diversificar adecuadamente su portafolio, monitorearlo y reajustarlo, si es necesario. Una planificación financiera bien estructurada es esencial para alcanzar los resultados esperados.
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