Planifique las inversiones de acuerdo a sus metas y momento de vida

Los Herrera son dos hermanos que crecieron en un mismo hogar cuyas vidas tuvieron finales opuestos. Camila Herrera vivió sus últimos años en una amplia casa de campo con piscina, árboles, caballos y varias inversiones. Su hermano, Diego, los pasó vendiendo paquetes y bebidas en una esquina de la calle principal del barrio donde vivía. 

¿La razón? Camila tenía un objetivo definido y en torno a ello construyó un plan de acción que le ayudó a alcanzar ese destino soñado. Diego no tenía claro su objetivo y por ende, nunca conoció el sendero. 

Hacer una detallada planificación financiera puede definir el devenir de su vida y la obtención de metas a lo largo de la misma. Sea como Camila conociendo la forma de hacer una planificación financiera encaminada a alcanzar las metas a corto, mediano y largo plazo, en cada momento de la vida, apoyándose en las inversiones. 

Las inversiones y el ciclo de vida del inversionista

Las inversiones deben variar a lo largo de la vida. Los momentos y ciclos de cada quien definen elementos como el riesgo y el plazo de la inversión. En ese sentido, Camila fue consecuente y logró consolidar estrategias para cada etapa vital: 

Etapa de acumulación

Camila, cuando comenzó su camino, empezó por fortalecer el hábito del ahorro. Lo volvió una costumbre. Mantenía un ahorro periódico y destinaba los recursos a procesos de inversión centrados en instrumentos de renta variable con un horizonte de largo plazo. 

Los activos de renta variable, como las acciones, los fondos bursátiles o las divisas, son volátiles y pueden, incluso, presentar pérdidas en el corto plazo, no obstante, el objetivo de Camila era maximizar los rendimientos a largo plazo, aprovechando su juventud. Para protegerse en caso de coyunturas que afectan las rentabilidades, destinó una porción minoritaria a activos de renta fija como CDT’s. 

Etapa de sostenimiento

La señora Herrera, contando con un trabajo estable y ya mirando la jubilación de reojo, quiso mayor seguridad en sus inversiones sin sacrificar la rentabilidad. Es por eso que mantuvo algunas inversiones en renta variable, y otras las puso en activos de renta fija, como CDT´s y bonos del estado.

De esta manera construyó un portafolio de inversión de riesgo moderado, con el que obtuvo altas rentabilidades con activos volátiles como las acciones, mientras que también protegía parte de su patrimonio en instrumentos de inversión de bajo riesgo que le ofrecían una rentabilidad que apenas igualaba la inflación. 

Etapa de desacumulación

Una vez Camila estaba disfrutando de su casa de campo llena de comodidades, perfecta para recibir a sus hijos y nietos, dejó sus inversiones en activos de renta fija. No era momento de arriesgar, pues el tiempo de vida es menor y recuperar una pérdida puede ser bastante difícil. 

En este momento vivió de las rentas generadas a partir del arrendamiento de inmuebles, cuyos recursos fueron destinados a invertir en instrumentos para obtener pequeñas rentabilidades con bajo riesgo.

Las inversiones y las metas del inversionista

La protagonista de esta historia no solo pensó en el retiro. Durante su vida tuvo metas financieras como adquirir su primer carro, viajar con sus amigos, comprar casa y estudiar una maestría, entre otras. Es así como sus inversiones y los instrumentos financieros utilizados también variaron dependiendo de los objetivos.

Para conseguir los recursos asociados a metas de corto plazo, recurrió a activos con liquidez inmediata y en renta fija, para mitigar las pérdidas ocasionadas por las volatilidades de los mercados. Los Fondos de Inversión Colectiva de carácter conservador, que le permitían retirar y depositar dinero cuando quisiera sin multa alguna, así como los CDT´s a un plazo de 360 días, fueron sus instrumentos favoritos. 

Las ocasiones en que estas metas fueron de mediano plazo, buscó instrumentos que le permitieran dejar su dinero en un periodo de 1 a 5 años, priorizando un portafolio balanceado entre la renta variable y renta fija. 

Cuando fueron de largo plazo, eligió activos de renta variable, priorizando la rentabilidad y comprendiendo que a veces las pérdidas a corto plazo no afectaban su meta. Por medio de estas estrategias por etapa de vida, Camila consiguió los recursos que buscaba.  

Las claves para hacer una planeación financiera 

La historia de los hermanos Herrera evidencia la importancia de identificar las metas a corto, mediano y largo plazo. Una vez estén claras, se debe definir el camino para conseguirlas, es decir, los mecanismos requeridos. En ese sendero el ahorro y la inversión son innegociables. Los instrumentos de inversión variarán dependiendo de su objetivo y momento de vida. 

La estructuración de un plan de inversión parte del conocimiento del sistema financiero en el mercado de operación, así como de los instrumentos financieros que se ajustarán a las preferencias, necesidades de inversión y perfiles de riesgo. Asesorarse de expertos en la materia y conocer previamente los activos serán elementos importantes para estructurar un sendero sólido y consecuente con su propósito de vida.