Esta es una fórmula que utilizan los inversionistas para estimar el tiempo que podría tardar una inversión en duplicarse. Es importante aclarar que no es una operación 100% exacta, por lo que la proyección podría variar un poco. Esta regla consiste en dividir 72 entre la tasa de interés que se paga en la inversión y el resultado es el número de años en que se duplicará el capital invertido.
A la tasa de interés o rendimiento de la inversión se le resta la inflación. Es decir, si la tasa de rendimiento anual es del 10%, y la inflación está en un 3% anual, la tasa real es 7%.
Como en toda inversión, a mayor expectativa de rentabilidad, mayor es el riesgo. Si alguien le ofrece el 50% de retorno anual, usted puede sentirse tentado a tomar el riesgo, por la expectativa de duplicar su dinero casi cada año, es decir que si entregó $100 mil pesos, recibirá en un año $50 mil, una cifra muy atractiva. No obstante, debe tomar en cuenta todos los factores riesgosos que eso trae consigo.
Por ejemplo, si los mercados financieros ofrecen una rentabilidad en promedio de un 2% real al año, se podría sospechar de una entidad en la que garanticen un 6% en el mismo tiempo.
La regla del 72 es una herramienta útil para hacer un cálculo rápido, a pesar de no ser una fórmula precisa.
En temas de inversión, usted deberá decidir entre una rentabilidad razonable o una rentabilidad más riesgosa, fijándose siempre en las notas que emiten las calificadoras de riesgo, entidades especializadas en el estado de los productos financieros.
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