Ser un trabajador independiente, significa ser una persona que realiza diferentes actividades por su propia cuenta sin estar vinculado laboralmente a una empresa. Esta forma de trabajo le permite recibir algún tipo de ingreso de manera autónoma y flexible.
Según el indicador, tasa de trabajo por cuenta propia, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en Colombia, el 47,1% de la población en edad de trabajar tiene un trabajo por cuenta propia.
Sin embargo, los ingresos variables pueden representar un desafío a la hora de ahorrar e invertir, pero con una buena planificación, es posible lograrlo.
¿Por qué es importante ahorrar e invertir como trabajador independiente?
Los ingresos mensuales de los trabajadores independientes son muy variables. Algunos meses pueden ser muy productivos, mientras que otros no. Por ello, ante esta realidad es importante tener un dinero ahorrado o un colchón financiero que le permitirá enfrentar con tranquilidad los gastos recurrentes.
No obstante, pese a que tener ahorros ayuda a cubrir las necesidades que se presentan mensualmente, la inversión permite que esos ahorros crezcan con el tiempo, se conviertan en una fuente de respaldo a futuro, y proteja su poder adquisitivo frente a la inflación.
Planificar el presente es asegurar el futuro
La planificación le permite a los trabajadores independientes afrontar desafíos, tomar decisiones y construir un futuro sólido y exitoso. Planificar no significa prever cada detalle, sino estar preparado para lo esperado y lo inesperado. Se trata de actuar con propósito hoy para evitar improvisar mañana.
Quienes trabajan por cuenta propia necesitan tener una visión clara, y esto se obtiene a través de la planificación.
Estrategias para administrar el dinero siendo independiente
Teniendo en cuenta que los ingresos varían mensualmente, es clave tener una gestión financiera que permita navegar los altibajos. Por tal razón, implementar estrategias efectivas es fundamental para mantener una organización financiera óptima:
- Priorizar gastos: se deben identificar cuáles son los gastos obligatorios que se tienen mensualmente, como los servicios públicos, el arriendo, los créditos o el mercado, y aquellos que no lo son.
- Definir un porcentaje fijo de ahorro: según la regla 50/30/20, las personas deberían ahorrar el 20% de sus ingresos, y aunque los ingresos sean variables, aplicar este porcentaje ayuda a generar disciplina financiera y garantiza que siempre se destine un porcentaje para el futuro.
- Destinar un porcentaje del ahorro a la inversión: una vez se genera el hábito de ahorrar de forma constante, se debe destinar un porcentaje de dicho ahorro a la inversión en instrumentos financieros que se ajusten a su perfil y objetivos. Una alternativa son los Fondos Voluntarios de Pensión, ya que permiten no solo alcanzar metas financieras personales, sino también complementar la pensión obligatoria. Pensar en el retiro desde ahora es fundamental para asegurar estabilidad en el futuro.
Si no sabe por dónde empezar, un asesor le puede ayudar a identificar oportunidades, crear un plan a la medida de sus ingresos y perfil, y guiarlo en la elección de productos de ahorro e inversión adecuados.
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