El patrimonio familiar no se mide únicamente por la cantidad de activos acumulados, sino también por la capacidad de preservarlos y transferirlos de manera ordenada a las siguientes generaciones. En Colombia, la realidad muestra que esta tarea sigue siendo un desafío: según la Superintendencia de Sociedades, apenas el 33 % de las empresas familiares logra pasar a la segunda generación, y solo un 13 % alcanza la tercera. Además, el 60 % no cuenta con un plan de sucesión formal, lo que deja en evidencia que muchos legados se pierden por falta de planeación estructurada.
Este panorama nos recuerda que construir un legado financiero es cuestión de estrategia. Se requiere una visión a largo plazo que combine herramientas jurídicas, productos financieros accesibles y educación para los herederos. La llamada inversión multigeneracional se convierte en el camino para lograr que los frutos del esfuerzo de hoy se conviertan en la base de bienestar y seguridad para mañana.
¿Por qué hablar de inversión multigeneracional?
Hablar de inversión multigeneracional no es un lujo, es una necesidad. En un país donde la mayoría de las empresas son familiares, el fracaso en la transición del patrimonio es un tema que se repite de generación en generación.
La planeación multigeneracional busca evitar estos escenarios. Su objetivo es proteger lo construido, dar continuidad al proyecto familiar y garantizar que los herederos reciban un legado ordenado y sostenible.
Herramientas patrimoniales clave en Colombia
Existen mecanismos jurídicos y financieros diseñados para dar solidez a la estrategia de sucesión. Veamos los más relevantes:
Fideicomisos
Un fideicomiso es un contrato a través del cual una persona (fideicomitente) entrega bienes o dinero a una fiduciaria para que los administre bajo unas condiciones específicas.
En materia patrimonial, este vehículo permite:
- Definir de antemano cómo y cuándo se entregarán los activos a los beneficiarios.
- Proteger el patrimonio frente a disputas familiares.
- Asegurar que los recursos se usen para fines determinados
Sociedades patrimoniales
Consiste en agrupar los activos familiares (inmuebles, inversiones, empresas) dentro de una sociedad legalmente constituida. Esto da mayor control, transparencia y facilita la sucesión.
Beneficios principales:
- Claridad en la participación de cada heredero.
- Posibles ventajas tributarias.
- Continuidad en la gestión de los activos.
En Colombia, este modelo es utilizado por familias que buscan profesionalizar la administración de su patrimonio, evitando que cada activo se fragmente en múltiples herencias.
Protocolos de familia
Más allá de lo legal, los protocolos de familia son acuerdos que establecen reglas sobre la participación de los miembros en los negocios, el uso de los activos y los principios que guiarán la toma de decisiones.
Un protocolo no sólo ordena la gestión, sino que fortalece el sentido de pertenencia y reduce conflictos.
La importancia de la educación financiera en la familia
Ninguna estructura patrimonial tiene éxito si los herederos no están preparados. La educación financiera multigeneracional es tan importante como el fideicomiso o la sociedad patrimonial.
Formar a los hijos en temas de ahorro, inversión y responsabilidad patrimonial asegura que no solo reciban bienes, sino también la capacidad de administrarlos. Algunas prácticas para tener en cuenta:
- Incluir a los herederos en conversaciones financieras desde jóvenes.
- Enseñar la diferencia entre activos productivos y gastos de consumo.
- Promover el ahorro sistemático y la disciplina en el uso del dinero.
- Mostrar el impacto de la planeación en el bienestar colectivo.
En otras palabras, el legado más valioso no es solo el patrimonio, sino la mentalidad financiera que lo acompañe.
Cómo puede empezar a estructurar una estrategia patrimonial
Construir una estrategia multigeneracional puede parecer complejo, pero se puede abordar paso a paso:
- Hacer un inventario patrimonial: identificar activos, pasivos, ingresos y gastos.
- Definir objetivos familiares: ¿qué se busca? ¿proteger los activos? ¿asegurar la educación de los hijos? ¿preservar un negocio?
- Seleccionar las herramientas adecuadas: fideicomisos, sociedades, seguros de vida, fondos de inversión, etc.
- Formalizar acuerdos familiares: a través de protocolos o testamentos.
- Buscar asesoría profesional: abogados, fiduciarias y asesores financieros especializados en patrimonio.
La inversión multigeneracional es una estrategia que combina planeación, disciplina y visión a largo plazo. En un país donde la mayoría de los patrimonios familiares se diluyen en pocas generaciones, anticiparse con herramientas como fideicomisos, sociedades patrimoniales y protocolos de familia puede marcar la diferencia entre perderlo todo o construir un legado duradero.
Al final, no se trata solo de acumular riqueza, sino de asegurar que el esfuerzo de una generación se convierta en el punto de partida de la siguiente. Y eso solo se logra con planeación y educación financiera.

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