Generalmente, un colombiano de a pie que no tiene dentro de su cotidianidad cumplir con sus aportes obligatorios a pensión, no se trasnocha considerando cuál será el ingreso que va a sostener sus gastos durante la vejez lo cual puede acarrear inconvenientes al llegar a ella. Sin embargo, esta es una cuestión que se debería plantear considerando que puede ser un ahorro de gran ayuda en el futuro.
Fernando, un empresario de 72 años quien ha tenido toda su energía enfocada en su familia y también en una empresa de publicidad, con un recorrido de más de 40 años, cotizar para pensión no fue nunca una preocupación, ya que siempre tuvo una compañía estable y consolidada.
No obstante, la inesperada llegada de la pandemia hizo que su negocio se viera duramente golpeado por las diferentes etapas de cuarentena y la cancelación de varios contratos con clientes que no podían cargar con este tipo de gastos.
El 2020 dolorosamente acabó con el trabajo de cuatro décadas y Fernando tuvo que cerrar su empresa de publicidad, debido a que los gastos acabaron con sus ahorros en cuestión de meses. Ahora, por su avanzada edad es muy complicado buscar empleo o iniciar de cero otros negocios y teniendo en cuenta que el ahorro para su pensión nunca se realizó, su situación económica y la de su hogar se ha visto comprometida.
Debido a esta situación, Fernando tuvo que recurrir a ayudas económicas de familiares para salir adelante, sin embargo, estas no han sido suficientes. Además, esto se convirtió en una carga económica para sus allegados y todo por no planear una estabilidad económica desde una edad temprana.
La situación de Fernando es un caso hipotético que refleja la de miles de colombianos que, pudiendo hacerlo, prefieren no cotizar a pensión. Sin duda, es un deber con el que debemos cumplir para estar tranquilos una vez lleguemos a la edad de retiro.
Situación pensional en Colombia
Un estudio realizado en el 2019 por la Escuela Nacional Sindical (ENS) analizó las condiciones laborales en el país. Uno de los descubrimientos en el informe fue que sólo 27 de cada 100 adultos mayores tienen acceso a una pensión, pero el 72,6% restante debe sostenerse con poca autonomía, dependiendo de sus familiares, amigos u otras ayudas, y en algunos casos caen en la indigencia.
Esto indica que, 7 de cada 10 adultos mayores en Colombia no tienen una pensión que los apoye con los gastos en su vejez, como fue el caso de Fernando, y en coyunturas como la actual, la situación es más compleja, ya que las ayudas de terceros pueden verse disminuidas por el fuerte impacto en la economía.
Tomando ejemplos como este, se debe considerar ubicar el ahorro a pensión como un tema de primera necesidad, haciendo un abono mes a mes, contribuyendo así con una estabilidad financiera que a futuro ayudará a mantener la tranquilidad emocional y un goce en tiempos de retiro laboral. Es importante fomentar este tema y dar las facilidades desde entidades gubernamentales y privadas para obtener una conciencia colectiva que aumente el índice de cotizantes en el país.
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