Diseñar una estrategia de inversión es uno de los pasos más importantes para alcanzar sus metas financieras. Sin embargo, una vez que el portafolio está en marcha, surge la pregunta clave: ¿cada cuánto es necesario ajustar la estrategia? La respuesta no es única para todos los inversionistas. Depende de diversos factores como el momento de vida, los cambios del mercado y, sobre todo, la evolución de sus objetivos y su horizonte de inversión.
La importancia de la revisión periódica de sus inversiones
Una estrategia de inversión no debe ser estática. El entorno económico cambia, al igual que sus circunstancias. Por eso, hacer revisiones periódicas es esencial para asegurar que su portafolio esté alineado a sus necesidades actuales y futuras. En términos generales, los expertos recomiendan revisar la estrategia una vez al año. Sin embargo, es conveniente dar una mirada una vez cada trimestre. Este ejercicio permite evaluar el rendimiento, ajustar la asignación de activos y corregir cualquier desbalance.
No obstante, más allá de una fecha en el calendario, la revisión debe activarse cuando se presenten cambios importantes en su vida. Por ejemplo, el ascenso laboral, la compra de una vivienda, el nacimiento de un hijo o la cercanía de la jubilación son eventos que pueden modificar sus objetivos de inversión, su tolerancia al riesgo y su horizonte de tiempo, y, por tanto, requieren ajustes en su estrategia.
El rol del horizonte de inversión y los objetivos financieros
El horizonte de inversión —el tiempo que usted planea mantener una inversión antes de retirar los recursos— es uno de los factores determinantes a la hora de definir y ajustar su estrategia. No es lo mismo planear una inversión a corto plazo, como ahorrar para unas vacaciones dentro de un año, que una inversión a largo plazo, como construir un fondo de jubilación para dentro de 20 años.
Si su horizonte de inversión cambia, su portafolio debería cambiar también. Por ejemplo, si estaba invirtiendo con un objetivo a 10 años y, debido a un cambio en su vida, ahora necesita disponer de los fondos en tres años, es probable que su estrategia debe volverse mucho más conservadora para reducir el riesgo de pérdida de capital en el corto plazo.
Del mismo modo, los objetivos financieros evolucionan. Puede que inicialmente invirtiera para adquirir una vivienda, pero una vez logrado ese objetivo, su meta podría ser maximizar el crecimiento de su patrimonio. Cada nuevo objetivo implica una nueva estrategia de riesgo, plazo y rentabilidad esperada, que es necesario incorporar en su planificación.
Eventos que ameritan una revisión de su estrategia de inversión
Aunque la revisión anual es un buen punto de partida, hay situaciones específicas que ameritan una revisión inmediata de su estrategia de inversión. Entre las más relevantes se encuentran los cambios significativos en su situación personal o financiera, como matrimonios, divorcios, herencias o cambios de empleo. Así mismo, las modificaciones en su horizonte de inversión, especialmente si los plazos se acortan o se alargan de forma considerable.
También debe tener en cuenta las variaciones en la economía que puedan alterar el riesgo y la rentabilidad de sus activos, así como los cambios en su tolerancia al riesgo por nuevos objetivos que requieran mayor o menor exposición. La clave está en ser proactivo. No es necesario reaccionar a cada fluctuación del mercado, pero sí estar atento a los cambios que impactan directamente su plan de inversión.
¿Qué aspectos considerar al ajustar sus inversiones?
- Revisión del perfil de riesgo. Evalúe si su disposición y su capacidad de asumir riesgos han cambiado. Esto definirá el nivel de exposición a activos de renta fija, renta variable y otros activos financieros de alto o bajo riesgo.
- Evaluación del desempeño de los activos. Compare el rendimiento real de sus inversiones con las expectativas iniciales. Sin embargo, siempre tenga en cuenta que algunas variaciones son normales a corto plazo.
- Rebalanceo del portafolio. Ajuste las proporciones de sus inversiones en renta fija o renta variable para volver al nivel de riesgo deseado, especialmente si algunos activos han crecido o han disminuido en exceso.
- Replanteamiento de objetivos y plazos. Asegúrese de que su estrategia sigue siendo coherente con sus metas actuales y el tiempo disponible para alcanzarlas. Por ejemplo, un horizonte temporal más largo le permite asumir más riesgos, mientras que un horizonte más corto suele requerir una mayor prudencia.
- Asesoría de un experto. Aunque usted puede realizar revisiones por su cuenta, contar con la asesoría de un profesional financiero es altamente recomendable. Un asesor puede ayudarle a interpretar mejor los cambios en el mercado, identificar oportunidades de mejora y asegurarse de que sus ajustes no se basen únicamente en reacciones emocionales a la volatilidad.
En conclusión, revisar y ajustar su estrategia de inversión no es solo una buena práctica, sino una necesidad para mantener sus objetivos financieros en el camino correcto. Si bien hacerlo al menos una vez al año es una pauta general efectiva, los cambios personales, de mercado y de horizonte de inversión son señales claras de que podría ser necesario actuar antes.
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