Una de las preguntas que deben hacerse las personas al destinar su dinero a un activo financiero es durante cuánto tiempo van a mantener su capital invertido, sin la necesidad de disponer de él. Algunos optan por operaciones en el corto plazo, es decir, por inversiones con un horizonte temporal, igual o inferior a un año. Pero, otros eligen inversiones en el largo plazo que comprenden un periodo de tiempo superior a 5 años.
En las inversiones en el largo plazo, existen estrategias que permiten maximizar las posibles ganancias. A continuación, le explicamos algunas de ellas.
¿Qué es una estrategia de inversión en el largo plazo?
Una estrategia de inversión es un procedimiento o plan de actuación en los mercados financieros. Indican cómo se debe llevar a cabo una inversión y a qué activos financieros se debe destinar el capital para lograr las mayores ganancias posibles, teniendo en cuenta factores, como el riesgo y la liquidez. En otras palabras, se trata de un instructivo o mapa que permite a los gestores e inversionistas crear un portafolio de activos acorde a sus necesidades e intereses.
La estrategia de inversión a largo plazo consiste en comprar determinados activos financieros durante un periodo de tiempo superior a 5 años, con el objetivo de esperar a que generen los mayores rendimientos posibles. Algunas de las estrategias de inversión de largo plazo son: Value, Growth, momentum y quality.
1. Estrategia de inversión Value
Esta estrategia se basa en comprar activos financieros a un precio de mercado menor a su valor intrínseco o valor real. Con esta estrategia, el inversionista o el gestor busca destinar el capital a activos que tienen un precio bajo, esperando a que se valoricen y alcancen su valor real en el largo plazo, lo que permite generar rendimientos sobre el capital invertido. Por ejemplo, se trata de invertir en acciones de compañías que están cotizando por debajo de su valor, pero que tienen un potencial de crecimiento.
En este tipo de estrategia, los gestores e inversionistas se basan en el análisis fundamental de los emisores para identificar aquellos con gran potencial. Para esto, recurren a estudiar datos financieros y otros parámetros que les permitan entender los negocios e identificar empresas con buenas condiciones.
2. Estrategia de inversión Growth
Esta estrategia se basa en detectar activos de emisores que están teniendo un crecimiento por encima del promedio del mercado, que ofrecen grandes oportunidades y que tienen proyección de expansión. Por ejemplo, se trata de invertir en acciones de compañías grandes, sólidas y con una amplia trayectoria.
En este tipo de estrategia, los gestores e inversionistas se basan en el análisis cualitativo de factores como: la importancia de la empresa en el sector, cuota del mercado, crecimiento proyectado, entre otros.
3. Estrategia de inversión Quality
Esta estrategia busca invertir en activos de emisores con alta calidad. Si bien, no existe una definición única de calidad, en las inversiones, este término suele referirse a emisores con márgenes de beneficios altos, elevados retornos de capital, endeudamiento razonable, ventajas competitivas, aquellos que generan flujos de capital, poseen activos intangibles importantes, entre otros.
4. Estrategia de inversión Momentum
La estrategia de inversión Momentum toma como base el principio de que un objeto en movimiento tenderá a seguir en movimiento. En el mundo de las inversiones, esto se traduce en adquirir activos que han tenido un buen comportamiento en meses previos, proyectando que seguirán obteniendo un desempeño positivo en el futuro.
En este tipo de estrategia, los gestores e inversionistas suelen recurrir al análisis técnico a partir de gráficos que les permitan detectar patrones para anticipar cuál será su comportamiento en el futuro.
Sin importar la estrategia de inversión de largo plazo que elija, es importante que se asesore de profesionales antes de tomar una decisión. Para más información, lo invitamos a ingresar acá.
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