Ganadores del premio Nobel de Economía

Ganadores del Premio Nóbel de Economía

Desde 1901, en honor al inventor de la dinamita Alfred Nobel, se premia a diferentes personas con el Premio Nobel por haber tenido a lo largo de sus vidas un sobresaliente desempeño en un área de estudio. Esto ocurre para diferentes ciencias y categorías como: la física, química, filosofía, medicina, literatura, paz y economía. En materia económica, por ejemplo, la pobreza, la desigualdad y la escasez de los recursos son solo algunos de los temas que han sido objeto de investigación y razones para ganar este premio. En 1975, los ganadores del premio fueron Leonid Vitaliyevich Kantorovich y Tjalling C. Koopmans. Su estudio consistía en la optimización de la asignación de los recursos. Hasta la actualidad sus contribuciones han sido esenciales en la creación de políticas públicas redistributivas que tengan como objetivo la disminución de la desigualdad. En 1976, el ganador fue el reconocido economista estadounidense Milton Friedman, ganador del premio por haber estudiado los diferentes sistemas de consumo, la teoría monetaria, y por su demostración acerca de la complejidad de la estabilización política. Sus contribuciones siguen siendo estudiadas y practicadas en la actualidad como la base de diferentes fenómenos económicos. En 1994, John Forbes Nash, economista estadounidense, y Reinhard Selten, economista polaco, fueron premiados también. Su reconocimiento fue obtenido debido al análisis que realizaron de la teoría de juegos. Ellos estudiaron la manera en la que en un determinado mercado, diferentes agentes interactúan y toman decisiones con el fin de maximizar sus beneficios. Sus aportes fueron significativos en la comprensión del funcionamiento de diferentes modelos económicos pasados y contemporáneos. Jean Torole, economista francés, fue el ganador de este premio en el 2014. Fue merecedor por su análisis acerca de la influencia del poder en la regulación de los mercados y su nivel de afectación en las diferentes poblaciones. Su aporte es significativo en tanto demuestra la importancia que tienen estas medidas para afectar, ya sea positiva o negativamente, el crecimiento de una determinada población. En el 2015, el ganador fue Angus Deaton, un economista británico escocés que obtuvo el título por estudiar fenómenos como: diferentes sistemas de demanda, la pobreza y el bienestar. Gracias a sus aportes han sido consolidadas diferentes políticas públicas en pro del aumento del bienestar de las personas y la disminución de la pobreza y desigualdad en el mundo. En el 2016, fueron Oliver Hart, economista estadounidense, y Bengt R. Holmstrom, economista finlandés los ganadores. Sus méritos son resaltados por sus contribuciones en la teoría contractual y la influencia que tiene esto en la disminución de las turbulencias inmersa en diferentes empresas, lo cual, en el largo plazo, afecta a la sociedad. Sus estudios fueron significativos porque propusieron diferentes métodos para encontrar la manera en que la consolidación de diferentes contratos sea el motor que lleve al crecimiento en conjunto de las empresas. Por último, en el 2018, Paul Romer y William Nordhaus, economistas estadounidenses, fueron los ganadores. La razón de esto fue que ambos, después de varios años de investigación, lograron encontrar la manera de integrar el cambio climático y la innovación tecnológica al crecimiento de una nación. Sus aportes fueron valorados, sobre todo, porque proponen un escenario en el cual se rompe con todos los paradigmas para comprobar que existe una manera de avanzar en pro de las necesidades de los seres humanos sin que esto tenga que destruir el medio ambiente. Por medio de sus teorías viajar al futuro ya no tiene que ser nuestra propia destrucción. Como es posible ver, desde sus inicios hasta la actualidad, el premio Nobel ha sido el reconocimiento obtenido por personas que han dedicado su vida al estudio de diferentes fenómenos económicos que permitan, tras su comprensión, plantear propuestas pensadas para aumentar el crecimiento de las diferentes sociedades. Es por esto que ser ganador del premio es un honor y una razón por la cual, sin importar cuanto tiempo pase, sus nombres no deben ser olvidados. Si le gustó este artículo lo invitamos a leer “¿Hay una relación entre el nivel de educación y el desarrollo económico de los países?”

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