Hace unos años se escuchaba que los bonos sostenibles, también conocidos como bonos ESG por sus siglas en inglés (ambientales, sociales y de gobernanza) se convertirían en el futuro de las inversiones, pero parece que ya estamos viviendo ese momento. Un reciente estudio de DWS resalta que estos bonos no solo han ganado popularidad, por aquello de que cada vez es más relevante pensar en el medio ambiente y la sostenibilidad, sino porque realmente han mostrado un mejor comportamiento respecto a los bonos tradicionales, gracias a que tienen una menor volatilidad. Esto los hace llamativos para los inversores que quieren diversificar sus carteras, con el plus de que no solo contribuye al planeta, sino también tiene un impacto social.
Pero empecemos por lo primero, ¿qué son los bonos ESG y cómo se diferencian de los tradicionales?
Según International Capital Market Association bonos ESG son instrumentos de renta fija, cuyos fondos se destinan a financiar o refinanciar únicamente proyectos y actividades con beneficios ambientales o sociales. Ahí está el impacto prometido, más allá de las finanzas, que ha llamado la atención de emisores y de inversores. Estos bonos pueden ser emitidos por entidades públicas (gubernamentales) como por entidades privadas (corporativos).
Datos de Citigroup, mencionados en la investigación de DWS, evidencian que en 2023, la emisión de bonos verdes, sociales, de sostenibilidad y vinculados a la sostenibilidad, alcanzó un volumen de 895.000 millones de dólares, lo que representa un incremento de 8% en comparación con el año anterior. Si bien, la cifra no superó el récord de 2021, sí se presentaron nuevos récords, específicamente, en el segmento de bonos verdes, corporativos y gubernamentales, que llegaron a 521.000 millones de dólares, cifra que superó los volúmenes tanto de 2022 como de 2021.
¿Cuáles son sus ventajas?
Por un lado, los bonos sostenibles son favorables en cuanto a su impacto con el medio ambiente, pero que también se refleja en las finanzas. El estudio de DWS, precisamente, explica que los bonos ESG tienden a comportarse mejor que los bonos tradicionales, debido a su menor volatilidad, principalmente cuando hay incertidumbre en el mercado. Es por ello que no solo se han convertido en una opción llamativa para quienes buscan inversiones en renta fija, sino también para los inversores que buscan estabilidad, menor riesgo y rendimiento a largo plazo.
Hay que recordar que estos bonos están alineados con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, con lo que pretenden promover la transparencia y contribuir a una economía más sostenible, justa y baja en carbono. Es importante recalcar que aunque tengan componentes de sostenibilidad que los hacen atractivos en el mercado, no están exentos del riesgo, su desempeño puede depender de diferentes factores como, por ejemplo, las tasas de interés.
¿Y el nuevo futuro?
DWS también anticipa que esta buena acogida seguirá por el mismo rumbo. Precisa que se espera un crecimiento acelerado en el segmento de bonos corporativos sostenibles los próximos años, que se verá impulsado, no solo por el comportamiento de los inversionistas, sino también por un discurso cada vez más fuerte en pro de la protección del medio ambiente y la búsqueda de equidad. Este crecimiento, que si bien ayudará al planeta, también ampliará las opciones para los inversionistas y el mercado, pues con el aumento de la demanda, también habrá diversidad de productos disponibles.
En América Latina, por ejemplo, el impacto ha sido positivo. Un análisis publicado por Green Finance for Latin America and the Caribbean dice que esta emisión exitosa está impulsada por los beneficios que le da a los países. Entre los que está la diversificación de la base de inversionistas, el foco de las inversiones en actividades verdes y sostenibles y el apoyo para fomentar y fortalecer mercados de capitales sostenibles.
En conclusión, la inversión en bonos sostenibles es una decisión inteligente tanto desde una perspectiva financiera como ambiental. Estos instrumentos no solo ofrecen la oportunidad de obtener un rendimiento superior en periodos de incertidumbre, sino que también contribuyen a un mundo más sostenible. Por ello, es el momento de considerar seriamente la inclusión de bonos ESG en su cartera de inversión, pero antes de tomar la decisión, recuerde siempre asesorarse con un experto en inversiones que puede encontrar, por ejemplo, en su entidad bancaria o sus corredores de bolsa.
Indique el motivo de su respuesta:
No entendí el contenido.No estoy de acuerdo con la información brindad.
