Análisis

¿Qué es el rebalanceo de un portafolio y qué beneficios ofrece?

20 septiembre, 2023

A medida que los valores de las inversiones fluctúan con el transcurso del tiempo, es natural que los porcentajes de cada activo en el portafolio también experimenten cambios. Por eso, en muchas ocasiones se implementa la práctica del rebalanceo de portafolios. Miremos de qué se trata.

¿Qué es el rebalanceo de un portafolio?

El rebalanceo de un portafolio es una estrategia importante en la gestión de inversiones. Esta técnica se enfoca en efectuar ajustes periódicos en la composición de los activos dentro del portafolio con el propósito de conservar su asignación inicial y gestionar de manera eficaz la exposición a los riesgos asociados.

En pocas palabras, la práctica del rebalanceo asegura que la cartera se mantenga alineada con los objetivos financieros y la tolerancia al riesgo del inversor.

¿Cómo funciona el rebalanceo de un portafolio?

Supongamos que en un inicio, un portafolio cuenta con un 60% en acciones y un 40% en bonos. Con el tiempo, los movimientos del mercado pueden incrementar el valor de las acciones, resultando en un aumento de su proporción en el portafolio, hasta alcanzar un 70%.

En esta situación, entra en juego el proceso de rebalanceo. Para restablecer la asignación original, el inversor procedería a vender parte de las acciones (vender en una posición elevada) y adquirir bonos (comprar en una posición más ventajosa) hasta recobrar la proporción 60-40.

Este proceso no solo resguarda al inversor de una posible sobreexposición a la volatilidad del mercado, sino que también lo posiciona para capitalizar oportunidades futuras.

Conozca más leyendo el siguiente artículo: Portafolio de inversión: ¿qué es y cómo crearlo?

3 beneficios de rebalancear su portafolio de inversiones

Mantener la asignación de activos y la exposición al riesgo previstas

El beneficio primordial del rebalanceo reside en asegurar que la cartera no se desvíe significativamente de la estrategia de inversión originalmente definida. Esto resulta especialmente vital para los inversores interesados en mantener un nivel específico de riesgo en su portafolio.

Comprar barato y vender más alto

El rebalanceo habilita a los inversores a seguir el refrán financiero de “comprar barato y vender en momentos favorables”. Al realizar ajustes en su cartera de inversión, estará vendiendo activos que han tenido un buen desempeño, al mismo tiempo que adquiere aquellos que han experimentado una caída temporal en su valor.

Esta táctica permite posicionarse para obtener ganancias a largo plazo a medida que los valores de los activos se estabilizan.

Mejorar el rendimiento a largo plazo

El rebalanceo regular puede impactar positivamente el rendimiento a largo plazo del portafolio. Al evitar la concentración excesiva en activos que han demostrado un desempeño excepcional en lapsos limitados, se reduce el riesgo de caer en “burbujas” y se incrementa la estabilidad del portafolio.

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Consideración de aspectos operativos y costos

Cuando se implementa la estrategia de rebalanceo, es importante tener en cuenta los aspectos operativos y costos asociados. El proceso de compra y venta de activos puede generar comisiones y costos fiscales que deben evaluarse en relación con los beneficios esperados.

En este sentido, es aconsejable buscar asesoría financiera y llevar a cabo revisiones regulares de su portafolio de inversión. La orientación de un asesor profesional puede ser de gran utilidad para tomar decisiones informadas y ajustar la estrategia de rebalanceo de acuerdo a su situación financiera particular.

Fuentes: