El año pasado, la aerolínea Latam Airlines Group se acogió a la Ley de Quiebras de Estados Unidos. Con ello, la compañía buscaba iniciar un proceso de reorganización voluntaria para renegociar la deuda con sus acreedores mientras continuaba en funcionamiento. Según La República, la decisión fue motivada por el impacto del Coronavirus sobre las finanzas, pues tuvieron que paralizar más del 95% de sus operaciones durante 2020.
Hay que aclarar que existen dos vías mediante las cuales una empresa puede declararse en quiebra en Estados Unidos: la reestructuración de pasivos, amparada por el capítulo 11 de la Ley de Quiebras, y la liquidación de activos, contemplada en el capítulo 7 de la mencionada ley.
Ambas vías tienen consecuencias para los inversionistas. A continuación, se mencionan algunas de ellas dependiendo de la modalidad.
Liquidación de activos
De acuerdo con el diario Expansión, bajo esta figura, la compañía debe vender todos los activos que posee: inmuebles, equipos, maquinaria e, incluso, la marca. Con el dinero que se reciba, la empresa deberá pagar sus obligaciones.
Según Jorge Martínez, miembro de la Escuela de Graduados en Administración y Dirección de Empresas (EGADE Business School), los primeros en recibir el pago serán los empleados y proveedores. Posteriormente, los bonos de deuda y los accionistas sin derecho a voto. Y, finalmente, los accionistas ordinarios.
En la mayoría de las ocasiones, bajo esta modalidad, los accionistas terminan perdiendo gran parte del capital invertido, ya que la compañía se queda sin recursos para responder y es una modalidad que lleva a la “desaparición” de la empresa en el mercado.
Reestructuración de pasivos
Esta modalidad sirve para refinanciar la deuda sin que las empresas dejen de funcionar y cotizar en el mercado de capitales, mencionó Guillermo Delgado, director de operaciones de Black Wallstreet Capital, citado por Expansión.
La reestructuración de pasivos consiste en cambiar las condiciones principales de un financiamiento, como lo pueden ser: el plazo, la tasa de interés y las condiciones de pago, con el objetivo de conseguir la liquidez necesaria para seguir operando el negocio y poder pagar las obligaciones en el tiempo.
Una vez culmine el plazo estipulado en la reestructuración, si el proceso es exitoso, la empresa puede volver a la normalidad. Si ocurre lo contrario, la compañía puede desaparecer o dejar de cumplir con los requisitos mínimos exigidos para cotizar en el mercado de capitales, lo que se puede traducir en pérdidas para los accionistas.
Este modelo es la primera opción que escogen la mayoría de las empresas y es el régimen al que se encuentra sometida LATAM en la actualidad.
Sin importar si la empresa se somete a liquidación de activos o reestructuración de pasivos, por lo general, una notificación de quiebra impacta en el precio de las acciones de esa compañía, pues los inversionistas tenderán a vender sus títulos para anticiparse a las posibles pérdidas.
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Finalmente, recuerde que, la inversión en acciones se enfrenta a distintos riesgos, por eso, antes de tomar una decisión, lo invitamos a consultar a profesionales.
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