Recientemente, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), publicó un informe acerca del estado actual del calentamiento en el planeta. Según el documento, en los últimos ocho años, la temperatura del mundo se ha elevado alrededor de 0,1 grados centígrados, un aumento sin precedentes en la historia. La actividad humana ha sido uno de los grandes responsables del incremento de la temperatura a nivel mundial. Las nuevas estimaciones de los expertos del IPCC prevén que, de continuar por el mismo camino, en la próxima década el calentamiento del planeta cruzará el nivel de los 1,5 grados centígrados, lo que significa una gran afectación sobre el medioambiente. De acuerdo con el IPCC, el aumento de la temperatura puede ocasionar fuertes y largas olas de calor, sequías, inundaciones, entre otros, los cuales impactarán negativamente actividades económicas como la agricultura y la salud de la población. Por esto, la entidad hizo un llamado urgente, para limitar la magnitud del cambio climático. Para el secretario general de la ONU, António Guterres, entre las alternativas que tienen los Gobiernos está el desarrollo de economías verdes. Estas son definidas por la organización como aquellas en las que se mejora el bienestar humano y la equidad social, mientras se reducen los riesgos ambientales.
Algunas inversiones para contribuir en la lucha contra el calentamiento global
Otra opción, son las inversiones en proyectos que le apuestan a iniciativas sostenibles. La conciencia sobre las implicaciones del cambio climático, sumado al interés por obtener posibles rendimientos, han llevado al crecimiento exponencial de la inversión con criterios Ambientales, Sociales y de Gobierno corporativo (ASG). Como resultado, en el mercado se han creado distintas alternativas de inversión que buscan impactar positivamente el medioambiente, como:
- Fondos sostenibles. Rankia los define como un instrumento financiero que reúne el capital de varias personas para invertirlo en compañías u otro tipo de activos que cumplan con criterios ASG.
De acuerdo con Rankia, estos fondos se dividen según los criterios de selección que utilicen, como: criterios de impacto, que busca con la inversión generar una consecuencia positiva en el medioambiente; criterio de exclusión, el cual se centra en destinar recursos a sectores sostenibles; y criterio de selección que consiste en elegir el activo que más contribuya al objetivo de inversión sostenible.
- Exchange Traded Fund (ETF) sostenibles: son fondos bursátiles que replican y siguen un índice que invierte en activos con criterios ASG. Según El Economista de España, actualmente hay 469 ETF de renta variable con enfoque ASG, los cuales acumulan más de US$275.000 millones. Un ejemplo de este tipo de activo es IShares ESG Aware MSCI USA.
- Bonos verdes: son instrumentos financieros de deuda emitidos por instituciones públicas o privadas, que destinan sus recursos a proyectos responsables con el medioambiente. Para más información, lo invitamos a leer el artículo: “Bonos verdes: un mercado que supera el billón de dólares”.
En definitiva, la inversión sostenible es una alternativa que tienen las personas para obtener posibles rendimientos mientras contribuyen al cuidado del medioambiente y a la implementación de acciones que buscan detener el calentamiento global. Si desea conocer cómo puede invertir en proyectos con criterios ASG, lo invitamos a consultar a profesionales.
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