Mercado de carbono: la apuesta de los gobiernos para reducir el calentamiento global

    Mercado de carbono: la apuesta de los gobiernos para reducir el calentamiento global
    Mercado de carbono: la apuesta de los gobiernos para reducir el calentamiento global

    El creciente aumento en la temperatura ha comenzado a impactar negativamente el medioambiente y sectores económicos como la agricultura. La actividad humana, la contaminación industrial y la emisión de gases de efecto invernadero han sido los mayores responsables de las consecuencias negativas en la atmósfera.

    Ante esta problemática, 84 países firmaron el Protocolo de Kioto (1997) y, posteriormente, 175 Gobiernos, el Acuerdo de París (2015). En ellos, los Estados se comprometieron a reducir gradualmente las emisiones de dióxido de carbono (CO2), principales causantes del efecto invernadero y del calentamiento global.

    Según las Naciones Unidas (ONU), en el Acuerdo de París, los Gobiernos parte pactaron mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 grados centígrados (°C) y limitar su incremento a 1,5 °C. Para lograr esta meta, los países deberán disminuir en un 45% las emisiones de efecto invernadero, desde 2015 hasta 2030.

    Con el objetivo de cumplir la meta, algunos Gobiernos desarrollaron un mercado de derechos de emisión de carbono. A continuación, le contamos de qué se trata.

    Mercado de carbono: ¿cómo funciona?

    El sistema de comercio de emisiones de carbono o mercado de carbono tiene como objetivo conseguir que las industrias más contaminantes contribuyan a contener la subida de la temperatura del planeta y mejorar la calidad del aire.

    Para entender cómo funciona este mercado, es importante aclarar que, anualmente, cada país plantea un límite de emisiones de CO2 que un conjunto de industrias puede generar en su territorio.

    Una vez definido el límite, los Gobiernos crean derechos de emisión sobre esa cantidad. Por ejemplo, por cada tonelada de CO2 se crea un derecho de emisión, si el tope máximo son 1.000 toneladas, habría 1.000 derechos de emisión en ese país.

    Estos derechos se reparten entre las empresas más contaminantes, por ejemplo, plantas de generación de energía, fábricas y compañías de aviación.

    Al finalizar el año, las empresas deberán presentar un reporte de emisión de gases de efecto invernadero. Si superan el límite, las compañías deberán recurrir al mercado de carbono para comprar más derechos de emisión que les permitan cumplir con el tope.

    La adquisición de los derechos se puede hacer por dos vías: mediante las subastas realizadas por el Gobierno o por medio de la compra a otras empresas que no hayan utilizado los suyos. El precio es fijado por la oferta y la demanda.

    Cabe aclarar que, cada año, el número de derechos emitidos en el mercado se reduce, con el objetivo de que los países cumplan con las metas climáticas, lo que significa menos oferta en el mercado. Este factor sumado a la reactivación económica del último año, ha ocasionado que el precio de los derechos de emisión aumente sustancialmente. Según la organización Sendeco2, en Europa, mientras que, en enero de 2020, un derecho de emisión costaba €24,40, en septiembre de 2021, alcanzó los €61,06.

    En definitiva, el mercado de carbono es una alternativa que tienen los países para controlar y reducir la emisión de CO2, pues con los derechos de emisión las empresas deberán pagar por cada tonelada de gases de efecto invernadero.

    Lo invitamos a leer el artículo: “La apuesta de Colombia: neutralidad del carbono y energías renovables”.

     

     

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