Conozca los tipos de proyectos en los puede invertir su dinero

4 maneras de clasificar los proyectos de inversión.
4 maneras de clasificar los proyectos de inversión.

Un proyecto de inversión se puede definir como un conjunto de actividades o planes que tiene una persona, entidad o empresa para utilizar unos recursos, con el objetivo de solucionar un problema, satisfacer una necesidad, aprovechar una oportunidad o lograr un rendimiento en el futuro. Por lo general, el rendimiento que se busca en un proyecto de inversión es un retorno económico. Aunque, también, puede ser generar un impacto positivo, por ejemplo, en la sociedad o en el medioambiente. 

Tipos de proyecto de inversión

Los proyectos de inversión pueden dividirse en varias tipologías, según los criterios que se analicen. Si bien, existen diferentes tipos de proyectos, los más comunes son los siguientes:

1. Proyectos de inversión según el sector económico 

Dependiendo del sector económico al que pertenece el proyecto de inversión, este se puede clasificar en agropecuarios, de construcción, de energía, de minería, de transformación, de medioambiente, industriales, de servicios, de finanzas, entre otros. 

2. Proyectos de inversión según el ámbito y la orientación

De acuerdo con el ámbito, los proyectos de inversión se suelen dividir en económicos, fiscales, legales, médicos, de ingeniería, matemáticos, artísticos, literarios, tecnológicos e informáticos.

Si se tiene en cuenta la orientación, los proyectos de inversión se pueden clasificar en productivos, educativos, sociales, comunitarios o de investigación. 

3. Proyectos de inversión según el área de influencia

De acuerdo con el área de influencia, los proyectos de inversión se pueden categorizar en supranacionales, internacionales, nacionales, regionales y locales. 

En el caso de los supranacionales, se implementan en grandes regiones que superan las fronteras nacionales de un país y de un continente. Un ejemplo es un proyecto que se implemente en la Commonwealth o Comunidad de Naciones. Los internacionales son aquellos que sobrepasan las fronteras de un país, por ejemplo, proyectos que se ejecuten en América Latina y en Norte América. Los nacionales y los locales, por su parte, se implementan en un país. 

4. Proyectos de inversión según la procedencia del capital 

De acuerdo con la procedencia del capital que financia la ejecución del proyecto, estos se pueden clasificar en públicos, privados y mixtos. 

Primero, los proyectos de inversión públicos son gestionados por el Estado y se financian en su totalidad con recursos provenientes de instituciones gubernamentales. En este caso, el objetivo del proyecto es conseguir el mayor bienestar posible para la sociedad o el medioambiente. Por esto, el beneficio no suele ser económico sino social. Un ejemplo de esto son los proyectos de infraestructura, como la construcción de una vía o de un colegio. 

Segundo, los proyectos de inversión privados tienen como objetivo rentabilizar la inversión realizada. Por este motivo, el capital proviene exclusivamente de empresas, entidades u organizaciones del sector privado, las cuales buscan invertir su dinero, con la finalidad de recuperarlo y de obtener un beneficio económico que les permita hacer crecer su capital. En este tipo de proyectos, se busca generar la mayor ganancia posible con la menor inversión. 

Dependiendo de la finalidad del capital, los proyectos de inversión privados se dividen en cuatro tipologías: primero, nuevos productos, servicios o mercados. Por ejemplo: un proyecto que busque desarrollar un nuevo aparato tecnológico. Segundo, expansión de productos, servicios o mercados. Por ejemplo: la llegada de una empresa a una nueva ciudad. Tercero, proyecto de sustitución para continuar con las operaciones, por ejemplo: cambiar una máquina dañada por otra.  Tercero, proyecto de sustitución para la reducción de costos. Por ejemplo: invertir en tecnología para automatizar procesos. 

Y cuarto, los proyectos de inversión mixtos son aquellos en los que la financiación proviene tanto de entidades públicas como privadas. 

Finalmente, sin importar el tipo de proyecto, todos tienen en común los siguientes elementos: cuentan con un propósito, se resumen en objetivos o metas, se deben cumplir en un plazo de tiempo determinado, todas las acciones deben estar orientadas a la consecución de un resultado, se pueden ver impactados por la incertidumbre, están sujetos a monitoreo o seguimiento y cuentan con fases específicas. Algunas de ellas son la planificación, la ejecución y la entrega.

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