El mejor modo de aprender es estudiando a los mejores: 5 lecciones de Warren Buffett

Warren Buffet

“El Oráculo de Omaha”, sobrenombre por el cual se conoce a Warren Buffett, proviene de su capacidad de anticiparse a los movimientos del mercado y escoger inversiones exitosas a largo plazo. No obstante, Buffet no es propiamente un oráculo. A diferencia de la deidad mítica, sus predicciones no provienen del inexplicable mundo de la ficción. Detrás de cada decisión de inversión reposa un análisis profundo.

Nacido en Omaha, a los 11 años compró acciones de una empresa. Las mantuvo cuando estas perdieron valor y las vendió cuando superan el precio al que las compró. Fue así como aprendió una de sus primeras lecciones, que hoy resume en una frase: “Sé temeroso cuando otros son codiciosos, y codicioso cuando otros son temerosos”.

Hoy en día, ese niño es uno de los hombres más ricos del mundo y, al mismo tiempo, es el directivo general peor pagado de Estados Unidos entre los Fortune 500. Su vida, marcada por las inversiones, nos deja un sin número de aprendizajes para principiantes, conocedores y expertos.

Cinco lecciones para inversionistas

Su filosofía, basada en la inversión en valor aprendida de Benjamin Graham, le ha permitido crecer paulatinamente. En 1965 se hizo propietario de una empresa de la industria textil, que se convirtió en un holding propietario de compañías como Duracell, NetJets, GEICO, BNSF Railway, y es accionista mayoritario o relevante de empresas como Coca-Cola, American Express o Kraft Heinz.

Destacamos cinco grandes lecciones que cualquier inversionista o interesado en inversiones, independientemente de su nivel de experiencia, puede poner en práctica:

  1. “Nunca inviertas en un negocio que no puedas entender”. Warren Buffett siempre invertía en negocios que él pudiera comprender. Hacerlo le permitía identificar riesgos y oportunidades, y tomar decisiones con plena conciencia. Por eso, conocer la empresa, el sector y el contexto antes de invertir es clave para reducir la incertidumbre.
  2. “Regla número uno: nunca pierdas dinero. Regla número dos: nunca olvides la regla número uno”. Tras esta frase, que parece obvia, hay una gran lección: la relevancia de preservar el capital, priorizando inversiones estables antes que promesas arriesgadas sin fundamento alguno.
  3. “El mercado de valores es un dispositivo para transferir dinero del impaciente al paciente”. Buffet prioriza la inversión a largo plazo e invita a no dejarse llevar por la volatilidad del corto plazo.
  4. “Sé temeroso cuando otros son codiciosos, y codicioso cuando otros son temerosos”. Esto significa no tomar decisiones de inversión basadas en emociones. Así, se hace posible comprar barato cuando todos venden, y vender cuando todos compran.
  5. “La mejor inversión que puedes hacer es en ti mismo”. Educarse y leer de manera continua permite mejorar habilidades y ser financieramente inteligente, lo que representa un activo personal bastante rentable.

Warren Buffett comprendió desde una edad temprana que el ahorro por sí solo no genera patrimonio si no está acompañado de la inversión. Esta actividad contribuye con la consecución de metas financieras como adquirir casa, carro o educación.

Gracias a la variedad de opciones que ofrece el sistema financiero, la inversión es hoy una posibilidad para todo tipo de personas.

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