Así como sucede con las finanzas en un hogar o en una empresa, en los países, existen políticas que buscan manejar la economía para proporcionar estabilidad, crecimiento y desarrollo. Dentro de las acciones y decisiones que toman las autoridades en un Estado se encuentran: la política monetaria y la política fiscal.
La política monetaria se refiere al conjunto de acciones y medidas que implementan los bancos centrales para regular la cantidad de dinero que circula en la economía. La política monetaria está a cargo de los bancos centrales, al ser entidades independientes de los gobiernos. En Colombia, la autoridad encargada es el Banco de la República (Banrep).
La política fiscal hace referencia a la forma en la que un gobierno administra los ingresos, los gastos y el financiamiento del sector público. Se trata de las estrategias y medidas que implementa el Estado para generar y gestionar los recursos de forma eficiente. En Colombia, esta política la propone el Gobierno Nacional, pero la debe aprobar el Congreso de la República.
Dependiendo de las medidas que tome el Gobierno, la política fiscal tiene un alcance: expansiva, contractiva y neutral.
Mecanismos de intervención: expansiva y contractiva
1. Política fiscal expansiva.
Generalmente, la política fiscal expansiva se implementa en situaciones de decrecimiento económico y alto nivel de desempleo. Entre las medidas que aplican los gobiernos están: la reducción de los impuestos para fomentar el consumo, el aumento del gasto público, brindar estímulos para la inversión privada y ofrecer incentivos fiscales para estimular la demanda.
2. Política fiscal contractiva.
Por lo general, la política fiscal contractiva se implementa cuando existe inflación y un exceso de demanda agregada. Entre las medidas que aplican los gobiernos están: aumentar los impuestos, reducir el gasto público y desincentivar las inversiones.
3. Política fiscal neutra.
En este caso, la política fiscal busca un equilibrio entre el gasto público y los ingresos de la Nación.
Si bien, hay distintos tipos de política fiscal que se pueden aplicar en diferentes escenarios económicos, la mayoría de los gobiernos se caracterizan por implementar una política con tendencia a exceder el gasto y los niveles de endeudamiento. Para evitar el exceso de deuda y mantener unas finanzas sanas, se instauró la regla fiscal en muchos países, como es el caso de Colombia. A continuación, le explicamos de qué se trata.
Regla fiscal: una herramienta para mantener en orden las finanzas públicas
La regla fiscal es un instrumento de planeación financiera que tienen los gobiernos. Su principal objetivo es establecer metas puntuales sobre el balance fiscal en función del nivel de deuda pública, con el objetivo de garantizar la credibilidad y sostenibilidad de las finanzas públicas.
Cada año, la regla fiscal establece una meta de déficit fiscal, expresada como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) de un país. Recuerde que el déficit fiscal se refiere a la situación en la cual los gastos del Estado superan a los ingresos en un periodo de tiempo específico, normalmente es de un año.
De acuerdo con Juan Pablo Zárate, ex codirector del Banco de la República, para cumplir la meta de déficit, la regla fiscal calcula el tope de gasto público, teniendo en cuenta: los ingresos, las obligaciones y un margen de maniobra para situaciones extraordinarias. Así, de acuerdo con el especialista, el nivel de deuda objetivo y recomendable es del 55% del PIB.
El objetivo de los gobiernos debe ser cumplir con la regla fiscal. En caso de que proyecten que el gasto superará la meta del déficit, deberán implementar acciones, como recortes de gastos o aumento de los ingresos. Según Zárate, la regla fiscal genera distintas ventajas, tales como:
Ventajas de la regla fiscal
- Credibilidad. Cuando la regla fiscal tiene metas sensatas, se incrementa la credibilidad en la sostenibilidad de las finanzas públicas, lo que puede ayudar a mejorar, por ejemplo, la percepción de riesgo en los países.
- Planeación de las finanzas públicas. La regla fiscal permite generar la senda predecible para los ingresos y gastos, lo que mejora la planeación financiera.
- No prociclicidad. La regla fiscal posibilita suavizar las trayectorias de gasto y ciclo económico.
- Flexibilidad para eventos externos. La regla fiscal provee flexibilidad para eventos poco frecuentes de graves repercusiones, como una pandemia.
Importancia de la regla fiscal para las inversiones
Según Juan Pablo Zárate, una de las ventajas de la regla fiscal y de su cumplimiento es la credibilidad. Tener unas metas sensatas y un control de la deuda pública permite mantener la sostenibilidad de las finanzas públicas, lo que contribuye a mejorar la percepción de riesgo y la confianza de los inversionistas en el país.
Por el contrario, un alto nivel de endeudamiento puede afectar la calificación crediticia de un país y, en consecuencia, su grado de inversión. La pérdida del grado de inversión quiere decir, para los inversionistas, que hay un alto riesgo de incumplimiento e impago de sus obligaciones, lo que se traduce en desconfianza a la hora de invertir.
Además de la desconfianza, la pérdida del grado de inversión puede afectar la entrada de capital extranjero al país, pues las personas percibirán mayor riesgo, lo que puede ocasionar el traslado de recursos a otras regiones con mayores condiciones de solvencia de pago. Otra de las posibles consecuencias, es el incremento en las tasas de interés de los Títulos de Deuda Pública (TES), lo que genera mayores costos, pues el Gobierno tendrá que destinar un porcentaje mayor del presupuesto para pagar los intereses.
Así, mantener unas metas sensatas en la regla fiscal y controlar los niveles de endeudamiento no solo contribuyen a la sostenibilidad de las finanzas públicas, sino también, a la percepción de riesgo, confianza inversionista y entrada de capital extranjero a los países.
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