Activos financieros en los que puede invertir

Recomendaciones antes de invertir en activos financieros.
Recomendaciones antes de invertir en activos financieros.
Tres formas de obtener rentabilidad en una inversión.

Una de las maneras de destinar el dinero buscando una ganancia en el futuro que permita hacer crecer el capital es la inversión en activos financieros. A continuación, le contamos de qué se trata. 

¿Qué son los activos financieros?

Un activo financiero es un título contable que se emite y otorga a su comprador el derecho de recibir posibles rendimientos en el futuro. Al comprar el título o invertir en él, la persona tendrá el derecho de recibir posibles ganancias, procedentes de quién lo emite o vende. Estos títulos pueden ser emitidos por empresas, entidades y gobiernos. 

Tipos de activos financieros

En el mercado, existen distintos tipos de activos financieros, como los Certificados de Depósito a Término (CDT), los bonos, las acciones, entre otros. La mayoría de estos activos se pueden negociar en las bolsas de valores o pueden ser adquiridos por los interesados en alguna entidad financiera.  La clasificación de los activos financieros está determinada por diferentes características, como puede ser: el nivel riesgo, la rentabilidad,  la liquidez y el plazo de la inversión. A continuación, le explicamos algunos tipos de activos financieros. 

1. Activos financieros de renta fija

Se trata de activos que pagan una tasa de rendimiento fija y, por tanto, se conoce de manera anticipada la rentabilidad futura. Adicionalmente, se sabe de antemano su fecha de vencimiento. Algunos ejemplos de este tipo de activos son los bonos, los Títulos de Deuda Pública y los Certificados de Depósito a Término (CDT) Por lo general, son activos menos riesgosos comparado con otros instrumentos financieros y suelen ser utilizados por inversionistas que buscan preservar el capital y generar un flujo estable de ingresos.

 2. Activos financieros de renta variable

Se trata de activos en los que, contrario a la renta fija, no se conoce anticipadamente la rentabilidad que va a obtenerse. En este caso, los rendimientos son variables, pueden ser negativos o positivos, dependiendo de diferentes factores, como el estado de la economía o el comportamiento de los mercados.  Por eso, se trata de activos más riesgosos, comparado con instrumentos financieros de renta fija. Sin embargo, son activos financieros que suelen ofrecer una mayor rentabilidad al ser más riesgosos. El ejemplo más representativo de activos de renta variable son las acciones.

3. Activos digitales

Los activos digitales son recursos intangibles que se construyen a partir de datos informáticos que configuran unas características únicas y diferenciales. Un ejemplo son los criptoactivos, también conocidos como criptomonedas. Este tipo de activos se caracteriza por no poseer una forma física, pues solo existen en el mundo virtual

4. Activos refugio

Se trata de activos que están menos expuestos a la volatilidad de los mercados y se caracterizan por mantener su valor e, incluso aumentarlo, durante épocas de incertidumbre o crisis económicas.  También, son activos que se caracterizan por ser muy líquidos, pues tienen la capacidad de transformarse rápidamente en dinero en efectivo sin la necesidad de perder valor. Suelen estar respaldados por entidades como bancos centrales o bancos con la calificación más alta otorgada por las calificadoras de riesgo Algunos ejemplos de activos refugio son monedas como el dólar o materias primas como el oro. Su objetivo, en la mayoría de casos, es proporcionar seguridad, en vez de generar altos rendimientos.

¿Qué debe tener en cuenta antes de invertir en activos financieros?

1. Objetivos

Antes de tomar una decisión de inversión, le recomendamos definir claramente qué quiere conseguir con su inversión: obtener una vejez tranquila, comprar una casa,  acceder a un programa de educación, creación de riqueza, entre otros. Esto le ayudará a determinar la combinación de activos adecuada para alcanzar sus metas.

2. Tolerancia al riesgo

Evalúe el nivel de riesgo que está dispuesto a asumir para conseguir sus objetivos financieros. Recuerde que, “a mayor riesgo, más alta la rentabilidad”. Si usted no está dispuesto a asumir grandes pérdidas de dinero, puede optar por activos de renta fija. De lo contrario, puede invertir en renta variable u otros activos. 

3. Diversificación

Como en cualquier inversión, recuerde “no poner todos los huevos en la misma canasta”. Es importante que destine sus recursos a diferentes tipos de activos, sectores, geografías y monedas. Así, las posibles pérdidas de un instrumento financiero pueden ser compensadas con las ganancias de otro.

4. Asesoramiento de expertos

Le recomendamos buscar la asesoría de un experto financiero, quien puede ayudarlo a comprender sus opciones de inversión y a crear un plan financiero integral según sus posibilidades económicas, necesidades e intereses.  Recuerde que invertir en activos financieros siempre implica un riesgo. No obstante, tendrá mayores probabilidades de obtener rendimientos positivos si toma decisiones informadas y si tiene en cuenta las recomendaciones brindadas.

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