¿Ha escuchado hablar del internet de las cosas?

El internet de las cosas o IoT, como lo indican sus siglas en inglés (Internet of Things), es uno de los conceptos que más ha tomado fuerza en los últimos diez años y ha tenido un gran impacto en el desarrollo tecnológico, en el campo social y en el económico. Pero, ¿sabe por qué?

Aunque no existe una definición única y universal, IoT se refiere a escenarios donde la conectividad de red y la capacidad de computación se extiende a objetos, sensores y elementos cotidianos que normalmente no se consideran computadoras, permitiendo que estos dispositivos generen, intercambien y consuman datos con una mínima intervención humana. En términos sencillos: es una gran red de “cosas” conectadas, y esto incluye a las personas.

Dichos objetos son cualquier dispositivo que tenga conexión a internet. Pueden ser celulares, smartwatches, auriculares, máquinas para hacer café, productos de consumo, bienes duraderos, automóviles y camiones, componentes industriales y de servicios públicos, sensores y otros objetos cotidianos que gracias a las altas capacidades analíticas de datos que adquieren al conectarse a Internet, terminan transformando la forma en que trabajamos, vivimos y nos relacionamos con otros y con los dispositivos tecnológicos.

Según un artículo del portal Forbes del año 2014 titulado (A Simple Explanation Of ‘The Internet Of Things‘), la aparición del cajero automático en 1974 se clasificó como uno de los primeros dispositivos del tipo IoT en la historia. Para el año 2008, había más objetos conectados a internet que personas en el mundo. En 2015, el mercado de dispositivos portátiles creció 223% y hasta ese año, Apple había vendido unos 3,6 millones de smartwatches.

También se estima que en el 2020, más de 250.000 vehículos estarán conectados a internet. En la actualidad, compañías tecnológicas como Google y Samsung están invirtiendo en desarrollar dispositivos para el hogar de uso cotidiano como microondas, pero con la función de conectarse a internet.

De acuerdo a la firma analista norteamericana Gartner, para el 2020 habrá más de 26.000 millones de dispositivos conectados a internet y el IoT aportará, en los próximos veinte años, entre US$10 y US$15 billones al PIB mundial.

Es claro que el IoT llegó para quedarse y seguirá replanteando la forma en la que se relacionan las personas entre ellas y, también, con los dispositivos electrónicos. No se le haga raro ver en el mercado los dispositivos más inusuales que nunca pensó como tecnológicos, pero ahora conectados a una gran red, gracias al internet.

Indique el motivo de su respuesta:

No entendí el contenido.
No estoy de acuerdo con la información brindad.